Las promociones en un negocio contribuyen a elevar ventas durante un tiempo determinado. Ayudan a que lances un nuevo producto o servicio, a posicionarse mejor frente a tu competencia, mover inventario o bien, cuando has tenido ventas bajas. Recuerda que es parte de tu plan de comercialización, es decir, del conjunto de acciones y esfuerzos que te ayudarán a satisfacer las necesidades de tus clientes.
Al momento de realizar promociones busca que sean en el momento en que el producto o servicio tenga más posibilidades de ser consumido. No olvides que debes tener en cuenta el tipo de clientes a los que te diriges, así como sus intereses para que tengas más posibilidades de éxito.
Durante el año deberás programar distintas promociones para diferentes segmentos, busca ser creativo y apóyate de las redes sociales. Por ejemplo, realizar un concurso redes sociales con una dinámica sencilla que además de permitirte interactuar te ayude a incrementar tus ventas. Busca que las personas participen, compartan con sus amigos y familiares y que obtengan incentivos como, por ejemplo: trae a un amigo y obtén un porcentaje de descuento o algún producto gratis.
Asimismo, cuando vayas a sacar un producto o servicio puedes hacer descuentos antes de su lanzamiento o bien, si las personas realizan el primer pedido también pueden obtener un beneficio.
Una de las palabras más usadas en el diseño de promociones es ¡Gratis! Sin embargo, recuerda que todo esfuerzo vinculado a la promoción deberás contemplarlo dentro de tu costeo. Recuerda que, por un lado, estás moviendo mercancía, pero por otro, lo estás haciendo a un menor margen de ganancia por lo que debes tener muy claro el objetivo, así como la utilidad que te dará.
Evita engañar a tus clientes y no tener existencias de los productos. Asimismo, procura que los requisitos sean sumamente claros y sencillos, es decir, que no den espacio a malas interpretaciones y en lugar de sumar clientes, te generen una mala reputación.